sábado, 10 de mayo de 2008

Tarántula, de Mónica Naranjo : en dos palabras, im presionante.

Me he comprado el último trabajo de Mónica Naranjo ( sí, no me lo he bajado del emule ni del ares ) y sólo puedo decir que es impresionante. No pretendo fomentar su compra ni me llevo comisión de ello, pero la verdad es que me dejó impactado escucharlo.

Es la nueva Mónica, la que, engañada y desengañada por el éxito, estuvo siete años ausente dedicándose a las cosas importantes de la vida : a vivir su vida con su familia, con sus amigos ( los de verdad, que son muy pocos ) y con sus animales ( que tiene muchos ). Puede que esos siete años fueran años difíciles, con alguna tragedia familiar de por medio.

Ahora vuelve, por necesidades espirituales o económicas ( todas respetables ) con un trabajo auténtico, muy suyo, no tan comercial como el último ( a ella no le gustaba mucho su anterior trabajo “Chicas malas”, aunque a mí me pareció bueno ). Abandona sus placeres personales ( cocinar o cultivar su huerto o cuidar de sus mascotas ) para volver al torbellino de giras, presentaciones, entrevistas y éxito ( espero que puedas con ello, Mónica ).

Hay mucho compromiso, mucha crítica, mucho zarandeo a la actualidad que vivimos en las canciones del disco. Sin duda, “Europa”, la que lo promociona, es la mejor. Pero la de “Usted” con ese cambio de voz tan logrado que parece que son dos las que cantan, casi en plan ventrílocuo, tiene mensajes directos contra la farándula de los políticos en la actualidad.

También se critica el mundo en que vivimos, donde ser famoso, tener éxito, tener dinero para consumir mucho ( más Playstations, más caballos en mi coche, más megapixeles en mi cámara digital, más, más, quiero más, porque mi vecino tiene todavía más que yo ) y alimentar la vanidad, son las piedras angulares de nuestro comportamiento.

Hay una frase en la canción “Usted” que me ha parecido muy buena : “La juventud me da toda la libertad de comprar un mundo nuevo”, en boca de una adolescente que ve que se está haciendo mayor y necesita solucionar su sustento. Me parece que esta frase representa muy fielmente la sociedad en la que vivimos y a la que se lanzan a vivir nuestros jóvenes.

Ya hablaré en próximas entradas de vanidad, de consumismo desmesurado, de cómo estamos educando a nuestros hijos en la autocomplacencia y la inmovilidad del aquí-me-lo-den-todo-solucionado acogidos bajo el ala de papá-Estado, para generar frustración futura cuando se encuentren con que no consiguen todo lo que quieren.

Son temas que me preocupan mucho últimamente. Son las arquitecturas del deseo, parafraseando el título de un ensayo de José Antonio Marina.

Todo ello nos lleva muchas veces a vivir una vida que no es la nuestra, que no es la que queremos vivir. Otro trabajo musical, éste de El Canto del Loco, habla de esto. En su canción “Eres tonto” se dice que “está de moda ir de tontito, aparentar ser la persona que tú siempre habías querido” o “¿por qué no te quieres, aunque sea sólo un poquito?, ¿por qué no eres tú mismo y no algo parecido?”. ( Por cierto, este último trabajo de El Canto del Loco representa para mí un punto de inflexión al alcanzar una madurez existencial inevitable en todo ser humano consciente de su existencia y autocrítico con la misma. En realidad, parece que lo de eres-tonto se lo dicen a ellos mismos ).

Que cada cual elija su vida pero que lo haga con la certeza que no es una vida vacía o una vida que no es la que le corresponde en realidad, que es la vida que realmente quiere vivir. Hay mucha gente que vive una vida que no es la suya, que intenta que su vida sea parecida a lo que se supone que es el éxito y el triunfo social y profesional, víctimas de su propia vanidad y de la vanidad de los que los rodean. Y en ese intento deja de lado cosas importantes, siendo a veces demasiado tarde cuando intenta reaccionar.

Conozco casos así ( algunos muy cercanos en el tiempo y en el espacio ), donde ( y voy a caricaturizar para poner un ejemplo extremo ) detrás de un escenario de éxito rutilante, cinco dígitos en la nómina de cada mes, muchos vuelos, muchas videoconferencias, mucha blackberry y mucho traje a medida, no hay nada más, una vida vacía : la de alguien que cuando se acuesta y va despojándose de tanto artificio ( aparca el Cayenne en su plaza de garaje, desconecta la alarma e introduce órdenes a la central domótica, deja el maletín y el portátil en el salón minimalista de su casa de 600 m2, se quita el Patek Phillipe y lo deja en la mesita de noche de diseño italiano, pone en carga el iPhone, se quita el traje de 3.000 euros y los gemelos de oro, etc... ) se mete en la cama siendo tan sólo un hombre vacío, o relleno de serrín o hueco ( "hollow man", que diría T. S. Eliot ). Pero todo esto da para mucho más que escribir, y, en realidad, me he desviado del tema.


Nota final : he hablado de Mónica Naranjo y su último trabajo en relación con el contenido de sus letras y la orquestación musical. Sobre cómo canta, no puede decir más que considero que no hay en este país una cantante que controle la voz entre los extremos como ella, con su amplísimo registro vocal. Este país, que le impidió ser “profeta en su tierra” y la obligó a marcharse a México a triunfar, no supo acoger una voz así y sólo la supo acoger cuando era evidente su calidad como cantante y como artista. Nunca es tarde.

¡Bravo, Mónica!

1 comentario:

Alberto Ginel Saúl dijo...

Hola :) muchas gracias por tus agradables palabras. La verdad es que sobre este tema no puedo opinar jeje. Ahora mismo estoy escuchando a Frank Sinatra, veo que nos movemos en esferas (y siglos) diferentes jaja.

En cualquier modo, pongo en tu conocimiento que siempre hago una "batida" de mis blogs preferidos y suelo leerte con bastante frecuencia, pero claro, hay tantos blogs por visitar... que rara vez comento. En todo caso, que sepas que tienes en mi un fiel lector.

Un saludo, amigo.