miércoles, 13 de febrero de 2008

La corrección política ataca de nuevo




Una vez más ha vuelto a ocurrir. La hipocresía social se instala y limita nuestras libertades, la de pensamiento, la de expresión y la del disfrute estético.

Leo en la prensa la noticia Un desnudo de Lucas Cranach es desechado como publicidad por el Metro de Londres" y me produce risa y espanto a la vez. "Debemos tener en cuenta a todos los viajeros y procurar no ofender a nadie", ha explicado la empresa responsable del metro. Y hacen bien, quieren evitar ser demandados por alguna mente bienpensante y decente que no tolera que su niño vea una mujer desnuda, no sea que le incite a masturbarse, y todo el mundo conoce los males derivados de tan abominable práctica.

Pues nada, si tanto ofende una pintura así quemémosla. Acabemos también con "La maja desnuda" y con tantos otros desnudos pictóricos. Hasta la Mona Lisa tiene que ser destruida, pues todo el mundo ha visto su lasciva sonrisa que corrompe nuestras inocentes almas. No olvidemos las esculturas : los griegos, tan obscenos ellos, esculpieron muchos desnudos, muchos incluso de niños. Venga, saquemos los martillos y acabemos con tanta indecencia. Hay que tener en cuenta que las mentes sensibles ( puritanos, para entendernos ) también visitan los museos y no tienen que sentirse agredidos por ver semejantes obras. Acabemos con todas.

Eso sí, muchos de los que se ofenden por algo así pasearán por las calles de su barrio y su ciudad y verán mendigos pidiendo, drogadictos apurando su vida en un escalón, ancianos rozando la pobreza, perros abandonados, imágenes de los muertos en guerras como la de Irak, oirán hablar del hambre en el mundo, verán a sus hijos jugar al ordenador juegos donde hay que disparar, desgarrar, asesinar, y, sobre todo, esparcir mucha sangre. Verán y oirán todo esto, digo, y no se sentirán ofendidos, ni siquiera sensibilizados muchas veces. E incluso algunos votarán a partidos que menoscaban los derechos fundamentales de las personas, acudirán a concentraciones religiosas para insultar a ciudadanos que no son como ellos, apoyarán la expansión del Sida en el mundo, perseguirán a las madres que abortan, denunciarán prácticas médicas para una muerte digna, fomentarán la cultura del odio contra homosexuales e inmigrantes, y hasta defenderán la existencia física del Infierno ( en su mente, el Infierno está en su mente ).

Estoy hasta los "güevos" de la corrección política. ¡Hipócritas!

He dicho.

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